Nuestro Proceso

 

Del grano a la taza con respeto por la naturaleza

Desde la tierra hasta tu taza, cada paso respeta la naturaleza y a quienes la cuidan.

Aplicamos buenas prácticas que respetan los ciclos de la naturaleza: cosechamos únicamente cerezas maduras y procesamos el grano con técnicas que reducen significativamente el uso de agua. Obtenemos café pergamino de alta calidad, que posteriormente clasificamos con dedicación hasta alcanzar el café oro destinado a la exportación. Además, al utilizar zarandas en el proceso de selección, reducimos casi al 100% los riesgos de contaminación y garantizamos la inocuidad de los granos. Todo este esfuerzo refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad, el respeto hacia quienes cultivan y la protección del entorno del Tacaná.

Qué hacemos

Buenas Prácticas Agrícolas

Café Oro Clasificado

Eficiencia hídrica

Conoce el viaje de nuestro café

Cada grano de nuestro café cuenta una historia.

Comienza con manos que eligen solo los frutos maduros, sigue con el andar cuidadoso hacia el beneficio, donde la semilla se separa de su cáscara para dar paso a la fermentación y el lavado con agua limpia. El tiempo y el sol completan el ciclo en patios y zarandas, dejando listo un café que conserva la esencia del volcán y el cuidado de quienes lo cultivan.

Cafe Verde

Café verde de altura, con estándares de calidad adaptados a los requerimientos de cada cliente.

Café tostado en grano

Café tostado medio con posibilidad de ajustar el perfil según tus preferencias

Café tostado y molido

Café tostado medio y molido a medida, según las necesidades específicas del cliente.

Eficiencia Hídrica: Cuidamos Cada Gota

En el Tacaná, el agua no es solo un recurso: es vida, y por eso la usamos con profundo respeto. Nuestro café se cultiva sin riego, gracias a la humedad natural del sereno y a la sombra de los árboles nativos que protegen el suelo y retienen la frescura en las raíces.
Solo utilizamos agua limpia —nunca reciclada— en dos momentos clave del proceso: el desvanado y el lavado. Sabemos que el aguamiel, subproducto del fermentado, puede ser contaminante, por eso lo guiamos hacia fosas de filtración natural que evitan dañar los ríos y la biodiversidad local.
Esta eficiencia hídrica no es casual: forma parte de nuestra práctica agroecológica y de nuestro compromiso con la reserva del Tacaná. Cada gota cuenta, y cada decisión está pensada para cuidar la montaña, sus fuentes y la vida que depende de ellas.

Nuestros Aliados

“No buscamos vender más, sino vender mejor, a quienes respeten este trabajo”
- Productores del Tacana